Durante
el siglo XIX la historia adquiere el carácter de ciencia que tiene hoy en día.
Cuatro tendencias, herederas de la Revolución Francesa dominan el siglo:
liberalismo, romanticismo, positivismo y materialismo histórico.
Durante el siglo XX, también son cuatro las
tendencias que convierten a la historia en ciencia en constante renovación:
Escuela de los Annales, renovación de la historiografía marxista, Nueva
Historia Económica y los Area Studies.
SIGLO XIX
1. Escuela escocesa
Es el origen de las escuelas historiográficas
del siglo XIX. Se desarrolla durante la segunda mitad del siglo XVIII en el contexto
de la implantación del sistema representativo en Inglaterra y el proceso de la
revolución industrial. Sus principales protagonistas son Hume, Gibbon
y Adam Smith. El planteamiento teórico que hacen es que la
historia de la humanidad es una historia del progreso, desde la barbarie hasta
el sistema capitalista. Smith habla de "cuatro estadios" (caza,
ganadería, agricultura y comercio) en la evolución de la historia humana. A
cada uno le corresponde una forma de organización social y una forma de
propiedad e instituciones políticas.
2. Liberalismo
El contexto es los ciclos revolucionarios
que llevan a la definitiva implantación del modelo político liberal, con un
sistema representativo y un modelo económico capitalista. Se extiende por toda
la primera mitad del siglo XIX, desde el Congreso de Viena hasta el éxito
definitivo de las ideas liberales en 1848. El liberalismo es resultado de las
revoluciones burguesas y busca el fin del feudalismo, un sistema político
representativo y la liberalización de la economía. En sus planteamientos
teóricos hay una defensa de la primera parte de la Revolución Francesa
(1789-1791) frente a la monarquía autoritaria de los borbones de la
Restauración (1815-1830). Toman de la escuela escocesa la idea de progreso, en
cinco etapas: barbarie, feudalismo (ss.X-XIV), avance hacia la monarquía
constitucional en lucha con el feudalismo en declive (ss.XIV-XVI), fracaso del
sistema representativo y dominio de la monarquía pura (ss.XVII-XVIII), y
finalmente la quinta etapa abierta con la Revolución que llevará a la burguesía
a la preeminencia social y al liberalismo como sistema político. Los cambios
económicos no suponen la actualización de las estructuras, sino que la clase
dominante se resiste a perder el poder político aunque ya no temga el
económica. Nace el concepto de lucha de clases. La nación es la protagonista de
la historia y no los reyes. Recurso principal la investigación en archivos.
François Guizot defiende que la burguesía es el eje
conductor de la historia, mientras que por otro lado, Alexis de Tocqueville
postula que el retroceso de la religión supone la aparición del nacionalismo.
Romanticismo
El romanticismo es una reacción al
racionalismo del XVIII y al pensamiento ilustrado. El contexto histórico
es la configuración del imperio alemán y se desarrolla simultáneamente al
liberalismo. Su origen está en el nacionalismo alemán postnapoleónico. El planteamiento
teórico parte de las ideas de cuarto filósofos: Rousseau, la consideración
del pueblo como protagonista de la historia; Herder, diferencia las razas y
considera la blanca como histórica por mostrar su dinamismo creador; Fichte, el
suceder histórico es dialéctico (tesis opuesta a antítesis da como resultado la
síntesis) y el motor de la historia son las ideas; Hegel, el objeto de la
historia es la sociedad jurídicamente organizada, es decir, el Estado, y la
historia es para el hombre un proceso que lleva al presente. Como resultado de
la influencia de todos ellos resulta una historia cuyo protagonista es el
pueblo y el objeto es la historia política. Como principales autores destacan
Lamartine, Michelet, Droisen.
En Francia, el romanticismo se une al
nacionalismo y liberalismo haciendo al pueblo protagonista de la historia. Michelet
desarrolla una teoría según la cual hay que hacer historia de una forma global,
siendo un precedente de la historia total.
El nacionalismo, tan en boga en ese siglo,
sobre todo en el tercer cuarto, será interpretado por los románticos como la
necesidad que tienen algunos pueblos de cumplir su misión histórica de
dominación, por medio de la expansión territorial.
3. Academicismo
Se desarrolla durante la segunda mitad del
siglo XIX y llega hasta la Primera Guerra Mundial. El contexto histórico
es el triunfo definitivo de la Revolución Industrial y los grandes avances
científicos. En el campo del pensamiento el auge del positivismo de Comte.
Los historiadores académicos tienen sus planteamientos
teóricos influidos por el positivismo y quieren hacer de la historia una
ciencia. Sin embargo, no son positivistas porque niegan la posibilidad de tener
leyes de validez universal. Utilizan como método la crítica de las fuentes.
Intentan lograr la objetividad y tienen como objeto de estudio el Estado. Es
solo historia política. Se considera positiva su aportación al estudio de las
fuentes y negativo que fomenta el nacionalismo y aísla los sucesos históricos.
En la Revue Historique de Monod,
junto con Langlois y Seignobos se difundieron las tesis
positivistas como el estudio de documentos y no intervención del historiador en
el planteamiento de problemas e hipótesis. Ranke propone exponer los
hechos del pasado con perspectiva e imparcialidad, sin involucrarse. Crean el
concepto de hecho histórico, refiriéndose esencialmente al político. Mommsen
es el primero que elabora una historia completa de la Roma antigua.
4. Marxismo
Tiene su origen en los escritos de Marx
durante la segunda mitad del siglo. El contexto es la explotación del
proletariado, mientras la burguesía alcanza sus objetivos de expansión
económica y de dominio de las instituciones políticas. El planteamiento
teórico es un estudio de la evolución social basada en los modos de
producción. El “materialismo histórico” explica la evolución humana a través de
unas etapas de progreso que vienen marcadas por las relaciones de producción.
Aporta el término "clase social", que se define por la posesión o no
de los medios de producción. El marxismo además de interpretar la historia
quiere cambiarla. El marxismo interpreta el nacionalismo como un arma del
capitalismo para conseguir un mercado cerrado.
Marx es el último economista clásico. Parte
de cuatro conceptos anteriores: materialismo de Adam Smith, lucha de clases de
los liberales franceses, dialéctica de los idealistas alemanes (Hegel), crítica
al capitalismo de los socialistas utópicos. Establece que la historia es una
sucesión de dialéctica de modos de producción, lo primordial son las relaciones
de producción, el paso de un estadio a otro se debe a la lucha de clases y que
el comunismo es el fin de la historia. El problema se plantea al considerar el
marxismo como una filosofía de la historia y por tanto como algo inamovible o
bien como un instrumento de análisis para el estudio del capitalismo.
SIGLO XX
5. Organicismo
El contexto en que se desarrolla es el periodo de
entreguerras y crisis de la civilización occidental, el tiempo de la recesión
de principio y final años 20. El planteamiento teórico es que la
historia no es una ciencia, hay que prescindir de las fuentes y la
investigación histórica. La historia es una recreación interior. Además es
cíclica y civilizacionista. Todas las civilizaciones tienen un ciclo vital,
cuando entran en crisis o se recuperan mediante el uso de la fuerza o se ven
abocadas a su desaparición.
Spengler creará una teoría cíclica de la historia,
basada en grandes regularidades, que hará que el futuro sea predecible. Elimina
la posibilidad de progreso. Toynbee, varía el modelo de Spengler, según
él la humanidad ha llegado por distintas vías de evolución a diversas
civilizaciones, pasando todas por las mismas fases de desarrollo. Veintinueve
sociedades que surgen al reaccionar las personas ante factores adversos. Las
pautas históricas quedan fijadas y la investigación carece de objeto.
6. Annales
Surge en el contexto de la crisis
económica del 29 y se desarrolla durante
toda la segunda mitad del siglo XX hasta nuestros días. El precedente de la
escuela se encuentra en la Revue de Synthèse Historique de Henri Berr
en 1903, que abogaba por una síntesis histórica a través de los hechos
sociales, relacionando sociedad, economía y civilización. Formados en estos planteamientos
teóricos, Marc Bloch y Lucien Febvre, conocidos como “el duo
de Estrasburgo”, fundan en 1929 la revista Annales. Se dedican a la
historia integral y a ser centro de reunión de las discusiones en torno a las
ciencias sociales. Aunque admiten artículos de cualquier tendencia crean una
escuela que se basa en cuatro principios básicos: la geografía vidaliana, la
sociología de Duckheim, la apertura de la historia a otras ciencias de Henri
Beer y la entrada de la historia económica de Henri Pyrenne. Tienen tres
etapas: el duo de Estrasburgo (1929-1944), Febvre (1944-1956), Braudel
(1956-1968). Será después de la Segunda Guerra Mundial cuando la escuela
adquiera verdadera relevancia, formando la mejor generación de historiadores
franceses del siglo, actuando Braudel primero como director en la sombra y
después en primera línea. Crean el concepto de Historia Total, donde la
historia toma préstamo de todas las ciencias, para valorar el pasado humano en
su completa dimensión. Una gran aportación de Braudel es una distinta
valoración de tiempo en corto, medio y largo. Hay ciertas concomitancias con el
marxismo.
Sus principales aportes hasta los 50 serán de
la sociología y la economía. La crisis del 29 llamó la atención sobre las
coyunturas económicas. Primero Simiand sentó los principios de la
estadística aplicada a la historia, seguido por Labrousse, que se pasa a
un coyunturalismo estructural marxista. Con la interdisciplinaridad, la
afirmación por lo social y el uso de métodos cuantitativos, se rompe con la
historia narrativa-erudita.
La historia debe realizar una síntesis global
de las manifestaciones humanas. Se deben evitar las arbitrarias divisiones
cronológicas, ocupándose del estudio de estructuras. En la década de los 50 se
consagra la escuela, y se van a buscar nuevas fuentes no documentales. Se
insiste entonces en la reflexión epistemológica, la importancia de las bases
estructurales y geohistóricas, y la ampliación de los conceptos de "hecho
histórico" y "tiempo histórico".
Estudiando la obra paradigmática El
Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II de Fernand
Braudel (1949), vemos conjugados los tres tiempos históricos: estructuras,
coyunturas, acontecimientos. A la estructura corresponde la geohistoria, las
coyunturas se refieren a lo social, económico y político, los acontecimientos
serán los hechos del momento. En Civilización material, economía y
capitalismo, siglos XVI-XVIII considera tres planos de la realidad. El
inferior las estructuras de lo cotidiano, el medio los juegos de intercambio,
el superior el tiempo del mundo o jerarquías sociales.
Annales ha sido una escuela flexible,
permitiendo la diversidad interna y la simbiosis con el materialismo histórico.
Existe una confluencia con el marxismo, a cuatro niveles:
-
Síntesis global que hace de la sociedad una totalidad estructurada.
-
Respeto por las características de cada época.
-
Aceptación de la no existencia de fronteras entre las ciencias
sociales.
-
Vinculación de la evolución histórica con la preocupación por el presente.
Fontana será el más duro crítico de Annales. Acusa a
la escuela de falta de reflexión al tomar préstamos de otras ciencias,
sobrevaloración del utillaje sobre el proyecto social y que no logra elaborar
un teoría consistente. En los años 90 la Escuela tiende hacia la historia de
las mentalidades, siendo uno de sus principales representantes Duby.
7. Marxismo
La renovación de la historiografía marxista
es debida al contexto que provocan la guerra mundial y la Revolución
Rusa, primeramente, y después la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría. La
propia existencia de la Unión Soviética es un factor decisivo para el devenir
de esta escuela historigráfica.
El planteamiento teórico parte de la
distinción de dos ramas en esta escuela: ortodoxos y occidentales. Los marxistas
ortodoxos, que siguen lo marcado por Stalin, se localizan en Europa del
este y Unión Soviética, con una cierta influencia en Francia y América Latina.
Su rigidez sobre los cinco estadios de Stalin hizo que no aportasen
prácticamente nada a la historiografía. Entre los marxistas occidentales,
que emplean el marxismo como instrumento de análisis, va a destacar en
el periodo de Entreguerras la influencia del Instituto de Investigación
Social de Frankfort, donde se critica el modelo soviético. En él destaca Gramsci
que escribe Política y Sociedad, donde distingue dentro de lo económico,
la superestructura que afecta a toda la sociedad, y la estructura que afecta
solo a determinados grupos sociales. Los postulados marxistas deben atender a
las superestructuras. La élite intelectual debe participar construyendo y
organizando. Una de las escuelas más importantes es la del Grupo de
historiadores del Partido Comunista, donde trabajan entre otros Rudé,
Hobsbawm, Thompson o Gordon Childe. Frente al economicismo centran su interés
en la cultura y la literatura. Crean la revista Past and Present.
En Francia Pierre Vilar hace un
esquema tripartito de la sociedad, distinguiendo los hechos de masas, de los
hechos institucionales, de los acontecimientos donde actúan los individuos y el
azar. Busca una historia marxista que ofrezca una visión global de la historia
con la economía como pieza fundamental. Tiende a un programa integral de
investigación histórica. Ha renovado a su vez los tres niveles braudelianos,
hablando de "hechos de masas", "hechos institucionales" y
acontecimientos.
El marxismo se ha visto enriquecido con debates frente a otras corrientes y entre
historiadores marxistas. La originalidad del modo de producción asiático, que
se sale de los cinco estadios de evolución, fue planteado como problema por Hobsbawm.
Otro punto de debate ha sido la transición del feudalismo al capitalismo. Maurice
Dobb no cree que el aumento del comercio y el ascenso de la burguesía
supusiera el resquebrajamiento del feudalismo, pues en algunos lugares este
enriquecimiento burgués supuso una segunda servidumbre. Opina sin embargo que
la crisis tiene un origen social, por la lucha del campesinado contra los
abusos feudales. Sweezy siguió lo propuesto por Dobb, pero reincorporando
el papel desempeñado por el comercio.
En la cuestión de los orígenes de la
revolución industrial y la crisis del XVII, Hobsbawm destacó las
resistencias del sistema feudal a las transformaciones del desarrollo que
desembocaría en las revoluciones burguesas. Porshnev señaló que la
monarquía fue un elemento retardatario, mientras Mousnier defendía que
la monarquía francesa había apoyado a la burguesía.
Brenner dice que la estructura de clases y las
relaciones sociales son quien explican la evolución económica. Anderson
explica el estado absoluto como estado feudal. Wallerstein destaca el
papel económico del comercio exterior. Jones estudia el capitalismo
comparando la distinta evolución de Europa y Asia. Tras la Segunda Guerra
Mundial, Palmer y Cobban, plantean que el origen de la Revolución
Francesa es antes político que económico.
8. Desarrollo económico
Escuela que surge en el contexto de
los problemas económicos derivados de la gran crisis de 1929 y que llega hasta
la siguiente crisis económica global, las del petróleo de 1973 y 1979. El planteamiento
teórico es la búsqueda de reglas generales para explicar el crecimiento
económico de los pueblos. Establecen un modelo según el cual las sociedades
pasan por unas etapas que les llevan a un momento de despegue (take-off), a
partir del cual el crecimiento económico es autosostenido.
Rostow trata de convencer a los países
subdesarrollados que sus economías están en esas fases previas. La falsedad
está en que sus economías han sido desmontadas durante la colonización y
después se convierten en dependientes. Schumpeter, entendía que las
transformaciones económicas eran debidas a causas no solo económicas. Juznets,
estudio la tendencia secular de una serie de curvas de producción y precios. Celso
Furtado busca lo específico de cada estructura para elaborar su modelo de
desarrollo.
Durante los sesenta la historia económica
entra en la cuantificación. Se dan dos corrientes: la historia económica serial
que se integrará en los Annales, y la historia cuantitativa. Los primeros
estudian a la vez de lo económico y lo social. La historia cuantitativa se hace
por economistas, no por historiadores. Se aplica la teoría económica actual a
modelos hitóricos. Marczewski, analiza el crecimiento con la aplicación
retroactiva de los métodos de la contabilidad nacional.
Nueva Historia Económica
El contexto en el que surge esta
escuela es la Guerra Fría y el gobierno ultraconservador del segundo mandato de
Eisenhower en Estados Unidos. Su primer planteamiento teórico es
configurar una historia económica conservadora que pueda hacer frente a la
marxista. Actúa como una verdadera escuela, con reuniones periódicas llamadas Purdue
Meetings, y su propia publicación Journal of Economic History.
Aplican métodos de cuantificación , por lo que su campo de investigación se
reduce a la época contemporánea o a lo sumo el siglo XVIII, debido al enorme
volumen de datos que precisan. Aplican la econometría actual al pasado. Fueron
famosos los estudios basados en hipótesis contrafactuales, sobre los
ferrocarriles o la esclavitud. Requiere manejar una enorme amplitud de datos y
no dejan de ser meros ejercicios mentales sin base científica real. Hacer
hipótesis a partir de hechos no sucedidos, nos da demasiadas posibilidades y no
nos haría conocer mejor la realidad económica. La racionalidad económica solo
puede existir socialmente condicionada. Actualmente el uso de estas técnicas
cae en tres graves faltas: anacronismo, autosuficiencia científica, uso de la
técnica por la técnica.
9. Area Studies
Los Area Studies es un método de análisis de
las relaciones internacionales que estudia grandes unidades políticas. Las
disciplinas que deben concurrir en un area study, pueden ser diversas, Duroselle
considera que al menos deben estar la historia, geografía y sociología.
10. Historiografía después de 1968
El contexto es la reacción de las
generaciones jóvenes frente al inmovilismo de los viejos. El movimiento
estudiantil de París de mayo de 1968 en Europa occidental, y los sucesos de
Praga en el lado oriental de Europa, son los dos episodios que revelan el
espíritu de esta reacción.
El primer planteamiento teórico es en
Francia un rechazo de lo que representan Febvre y Braudel. Surge una historia
sectorial que quiebra la tradición historiográfica. Alcanzan enormes éxitos
editoriales y son célebres su historia de las mentalidades o historia de la
mujer. En 1988 reciben fuertes críticas, al llamarla la historia en migajas y
se propugna una vuelta hacia los modelos de Annales. En Estados Unidos se da el
análisis del discurso que se limita al estudio de textos políticos. Entre los
más destacados autores están Aries, Duby, Le Goff y Le Roy Ladurie.
11. Historiografía después de 1989
Los acontecimientos que se desarrollan entre
1989 y 1991, la caída del Muro de Berlín, descomposición de la Unión Soviética
y la quiebra de los países del este, supone cambiar el contexto
histórico completamente. La quiebra del sistema comunista lleva a una profunda
crisis de toda la historiografía marxista. Fukuyama plantea que ha llegado
el fin de la historia por el éxito de la democracia liberal y la economía de
mercado. Huntington considera que no, ya que el mundo no se ha
unificado, sino que hay tres bloques separados por razones culturales
(atlántico, islámico, confucionista). Stone propone un retorno a la
narrativa, para mantener la historia como ciencia, centrándose en los
acontecimientos y la conducta. En algunos casos ha derivado en abusos de la
microhistoria que no aporta nada salvo beneficios al escritor. En este ámbito
se desarrolla el auge actual de la biografía.
BIBLIOGRAFÍA
BURKE, P., Formas de hacer historia,
Madrid, Alianza, 1993.
CARDOSO,C., Introducción al trabajo de
investigación histórica, Barcelona, 1981.
DOSSE, F., La historia en migajas,
Valencia, 1988.
FEBVRE, L., Combates por la historia,
Barcelona, 1975.
FONTANA,J., Historia: Análisis del pasado
y proyecto social. Barcelona, Crítica, 1982.
TOPOLSKY,J., Metodología de la Historia,
Madrid, 1982.
VILAR, P., Iniciación al vocabulario del
análisis histórico, Barcelona, 1978.
SANCHEZ PRIETO, )Qué es la historia?, Madrid, Siglo XXI, 1995.
AROSTEGUI, Barcelona, Crítica, 1995.
fuente: http://www.auladehistoria.org/2013/10/tema-21-grandes-lineas-de-investigacion.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario